Una tipología textual es una forma de organizar la diversidad textual y de clasificar los distintos textos. Los textos, como producto de la actuación lingüística, se presentan en una multiplicidad y diversidad prácticamente inabarcables; ello no obstante, son susceptibles de ser ordenados en tipologías que los clasifiquen y agrupen a tenor de conjuntos de rasgos que los identifiquen y los diferencien entre sí. La clasificación más comúnmente aceptada en los trabajos de lingüística del texto es la que distingue entre narración, descripción, argumentación, explicación y diálogo.
TIPOS
BÁSICOS SEGÚN LA FORMA DEL MENSAJE
- Textos descriptivos. Representan mediante palabras las características de personas, paisajes u objetos, para que otra persona se los pueda imaginar.
- Textos narrativos. Cuentan hechos, sucesos e historias, reales o imaginarias, que les suceden a unos personajes en un tiempo y en un lugar determinado.
- Textos expositivos. Dan a conocer ideas o explican conceptos, doctrinas filosóficas, temas científicos, etc., de manera clara y objetiva para que otras personas los puedan entender o amplíen sus conocimientos.
- Textos Argumentativos. Intentan convencer al receptor de una idea o tesis aportando razones o argumentos.
- Textos dialogados. Reproducen un intercambio de mensajes entre dos o más personas que se alternan en el uso de la palabra.
TIPOS BÁSICOS SEGÚN LA INTENCIÓN
COMUNICATIVA
- Textos informativos. Aportan datos que permiten conocer algo, es decir, facilitan la adquisición de nuevos conceptos.
- Textos literarios. Pretenden embellecer el mensaje para que el receptor obtenga satisfacción con su lectura: placer estético.
- Textos prescriptivos. Explican cómo hacer algo, es decir, guían las acciones del receptor para que este consiga una meta.
- Textos persuasivos. Pretenden convencer al receptor de alguna idea.
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